martes, 6 de octubre de 2020

La energía solar: qué es y cuáles son sus beneficios

Con el paso del tiempo, cada vez vemos más placas solares en la zona donde vivimos, ya sea en las azoteas de los edificios o en los tejados de las casas. 

Lo que queda claro es que su uso está ahora mismo en auge. Esto se debe a todos los beneficios que nos aporta la energía solar, sobre todo en relación al impacto medioambiental. 

 
El uso de energías renovables, como esta, es clave para proteger el medio en el que vivimos y, cada vez son más, las empresas que dedican parte de su actividad a la innovación y el desarrollo de elementos que favorezcan el uso de la energía renovable, antes que la no renovable. Entonces, ¿qué es la energía solar? En este artículo, vamos a comentar todos los aspectos que rodean esta energía renovable, explicando sus beneficios y sus tipos.

¿Qué es la energía solar?

La energía del sol o solar se define como una energía renovable que se obtiene de la radiación electromagnética del Sol. Se trata, por tanto, de una energía que se obtiene de una fuente inagotable y natural, que es el Sol. Por ello, se trata de una energía renovable. 

La pregunta recae sobre el cómo se obtiene esa radiación electromagnética del Sol. La respuesta es sencilla: a través de las células fotoeléctricas

Estas células son las que componen los paneles solares que conocemos hoy en día y son las que, después, consigue transformar la radiación en energía solar térmica, es decir, en calor, o en energía solar fotovoltaica, es decir, en electricidad o luz. 

La energía solar es una de las más sencillas de producir y este es el motivo por el que se está extendiendo su utilización en las zonas donde más horas de sol existe.

¿Cuáles son los beneficios de usar la energía solar?

Existen varios beneficios de hacer uso de la energía solar: 

En primer lugar, tiene un impacto en el medio menor que cualquier otra energía renovable. Mientras que la energía eólica, por ejemplo, puede influir negativamente en las aves, o la hidráulica, en los peces de los ríos, la energía solar y sus instalaciones solares apenas influyen en el medio que las rodea. 

En segundo lugar, al tratarse de una energía renovable, es una fuente de energía que no se agota. El Sol no va a desaparecer de donde está y la transformación de las células fotoeléctricas en energía no produce ningún tipo de residuo. 

En tercer lugar, es una energía adaptable. Esto quiere decir que, la instalación de placas solares, se adapta a todo tipo de terrenos y necesidades, sin precisar grandes zonas de producción para ello. 

En cuarto lugar, es una energía reaprovechable. Normalmente, el resto de energía renovables, como la eólica o la hidráulica, depende de factores como que sople el viento o que suba o baje el río. Sin embargo, la energía solar se puede almacenar y transformar en electricidad en función de la demanda. Por tanto, si hay excedentes de energía, se puede aprovechar posteriormente. 

En quinto lugar, es una energía que da empleo y genera riqueza. Es un tipo de energía renovable que se extiende a los sectores operativos, ingenieros y de instalación, por lo que consigue generar gran cantidad de empleo. Además, favorece el desarrollo sostenible de las empresas. 

En sexto lugar, es una energía democrática, ya que es accesible, actualmente, a casi todo el mundo, ya que su precio se ha ido reduciendo con el paso del tiempo con este objetivo. 

Y, por último, consigue reducir la utilización de combustibles fósiles. Esto es clave para conseguir la llamada autosuficiencia de la sociedad.

¿Qué tipos de energía solar hay?

Para terminar este artículo vamos a comentar los tres tipos de energía solar que existen:

  1. La energía solar fotovoltaica. Este tipo de energía solar permite obtener electricidad gracias a la radiación social. Se consigue a través de los paneles solares fotovoltaicos, que transforma el calor y la luz del sol en electricidad. Estas placas o paneles solares se pueden instalar tanto a nivel doméstico, por ejemplo, en edificios o en casas, como en instalaciones, que pasan a denominarse plantas fotovoltaicas. 
  2. La energía solar térmica. En este caso, la energía solar utiliza el Sol para producir calor. Esto quiere decir que captura la radiación del Sol y la convierten en calor, que pasa por una serie de turbos metálicos que hace posible la generación de energía para todo un hogar. Se podría proveer a la casa, tanto agua caliente como calefacción. También se utilicen este tipo de placas en las llamadas plantas termosolares, donde se transforma la energía térmica en energía eléctrica. 
  3. La energía solar pasiva. Por último, este tipo de energía solar se basa en conseguir una arquitectura bioclimática. Lo que se pretende es adaptar las casas y los edificios al clima de la zona donde están ubicados para conseguir la climatización ideal en cada momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario